Tras el acuerdo del frente «Fuerza Patria», que desterró las versiones de quiebre en el propio kichnerismo, y sin internas (se suspendieron las PASO), el peronismo de Morón tendrá, como en toda la Provincia, una semana de furiosas negociaciones por el cierre de listas (19 de julio). Un juego con reglas que cada sector interpreta según le convenga.
Bajo el signo del «Movimiento Derecho al Futuro», que conduce el gobernador Axel Kicillof, el intendente Lucas Ghi también mostró un armado propio para encarar una elección que le permita sumar escaños para defender su propia gestión. Si bien la alianza de gobierno no se desasoció, su ruptura con el sabbatellismo le costó no tener un presupuesto para este año y la Rendición de Cuentas de 2023, rechazada en el HCD por una mayoría opositora que solamente se hizo valer a partir de diciembre último, cuando empezó a resquebrajarse toda relación con el Nuevo Encuentro.
Hoy en su entorno aseguran que, tal como se acordó en la cumbre entre Kicillof (MDF), Máximo Kirchner (PJ) y Sergio Massa (FR), será el intendente el que tendrá la «lapicera» para definir una lista de unidad. Un derecho que no todos los gobernantes han tenido en el último tiempo. Le daría la potestad de poner al 1° de la lista y el poder de veto.
En el sabbatellismo opinan todo lo contrario: Es decir que las listas se confirmarán «arriba» y entre los referentes y los apoderados de las tres principales patas del Frente Patria. Esto no quiere decir que desde los municipios no se eleven listas de unidad. Pero llegado el caso, «si no hay acuerdo, no hay lista», llegaron a suponer dentro del Nuevo Encuentro.
No está demás aclarar que Ghi y Martín Sabbatella no están en las mejores relaciones. El exintendente también había lanzado el operativo «Vuelve» en las redes y las calles de Morón. Aunque su objetivo es ser candidato en 2027, no se descarta que primero busque el camino al HCD. Dependerá de la pulseada política. Pero «si hace falta estará».
En el Nuevo Encuentro esperan que «arriba» le resuelvan una interna que abajo lo sigue esquilmando en el Ejecutivo: Desplazaron al secretario municipal de Salud, Martín Latorraca. Se suma a una larga lista desde enero último.
En el medio está el Frente Renovador, que por ahora tiene acuerdos con ambas partes y podría podría inclinar la balanza. Los gremios también hacen su juego. Sin la presencia de Camioneros, o del Sindicato Municipal (que están del lado de CFK y Sabbatella), más de 50 gremios lanzaron el martes la «Mesa sindical Axel, Lucas y los trabajadores».
Toda una declaración política electoral e interna, en la que conjugaron tres cuartas partes de la CGT Regional (de la mano de ATSA, Gastronómicos y Comercio) y las dos CTA (la de Darío Silva, de ATE; y la de Gustavo Zapata, de Suteba). Participaron históricos como UOM, UOCRA, Bancaria, Estaciones de Servicio y SADOP, entre otros gremios.
En la sede del Sindicato de Empleados Textiles (Buen Viaje 455, Morón), Ghi pidió el martes militar la campaña para que «en 2027 tengamos un gobierno nacional que honre los intereses del pueblo trabajador, de los jubilados, de los estudiantes, de los pibes y pibas que están sin laburo, de las familias que todavía no accedieron a un techo propio».